Martina con vistas al mar – Elisabet Benavent.

Buenos días pequeños lectores, despues de mucho leer y mucho compaginar la lectura con mil y una cosas, por fin he terminado «Martina con vistas al mar» y estoy muy contenta por que me ha encantado.

Al principio al empezar el libro y ver que iba a tratar de una cocinera, y que iba a ser una historia de amor, no me enganchó nada, cierto es que vi la historia como muy simple, y quizas por es que pense eso desde el minuto uno.

De la autora, Elisabet Benavent, no voy a hablar, por que ya he reseñado otros libros suyos y podeis encontrar informacion en otras reseñas, no obstante, podeís encontrar información de ella aquí.

Por todo lo demás, allá vamos:

Opinión:

Argumento:

Martina, es una apasionada de la cocina que ha terminado su relacion con Fer, después de muchos años y le toca empezar de cero, meses despues de romper dedice irse de casa de su ex con el que mantiene una excelente relación (Muy raro todo) y se le acopla su amiga, Amaia, la gran Amaia, por otro lado tenemos a Sandra y con estos cuatro personajes termina la presentacion de los pequeños motores que van a hacer que nos encante el libro, también está el gran Pablo Ruiz, y Javi, pero para mí son menos importantes.

No me cansaré de decir que Martina con vistas al Mar me parecia una historia simple a la que le predecí muchisimas complicaciones nada más empezar, pero no sabía que me iba a gustar tanto, los capitulos contados desde el punto de vista de Pablo y la madre de éste son mundiales, me gustan sus puntos de vista y sobretodo como Elisabet nos describe todo y nos acerca a una persona complicada con muchos problemas y que a pesar de todo se centra en tirar para adelante y desnudar, en todos los sentidos a Martina.

Este libro tiene varios hilos argumentales y juntos se empastan de tal manera que dan como resutado que Martina con vistas al Mar sea increible, la historia y el desarrollo de Sandra son brutales, cómo tiene que tratar de hacer su vida y pegarle un giro tremendo de la noche a la mañana, forzado por sus propios padres.

Me ha gustado mucho cuando echaba de menos a Iñigo y Martina la ayudo a reflexionar sobre si era amor o solo costumbre, creo que es muy bonito y también, la historia más normal que podriamos vivir cualquier persona de la calle.

La historia de Amaia y de Javi también se las trae, son enfermeros y su futuro se predice antes de empezar, Amaia me encanta como personaje y si existiera como persona me encantaria que formara parte de su vida, es clara, espontanea y simpatica, su sinceridad arrasa con todo y dice las cosas sin pensar que a veces es muy positivo.

De este personaje sería todo muy normal excepto que está empeñada en su querido Doctor, sin saber que por obcecarse y no escuchar a su corazón va a terminar con un montón de sensaciones sin definir encima.

Y luego está Pablo, tan arrasador, tan increible y tan perfecto, o no, perfecto no es, pero a Martina le viene como anillo al dedo, la hace parecer menos robot, saca su lado más humano y la está enseñando a vivir experiencias que no había tenido nunca y sobretodo la va enseñando a lo largo de todo el libro, a DISFRUTAR. Por que Martina no sabe disfrutar, siempre ha tenido una educación estricta y una educación muy contenida, y el resultado es una persona exacta, puntual, que sabe hacer en todo momento lo que hay que hacer, menos cuando la situación se descuadra…

Me cansa de la novela el fanatismo que tiene Martina por Pablo Ruiz, es agotador que al principio, cada vez que Martina le veía o se refería a él, nos mostrara lo locamente perdida que estaba por él. Es lo único que no me ha gustado de Martina con vistas al Mar.

Por todo lo demás el libro me ha encantado, se lo recomiendo a todo el que no lo haya leído ya. No olvidéis echar un ojo a la segunda parte de esta historia, Martina en tierra firme.